Rubén Castro vuelve a enfrentarse al equipo que le vio nacer. A pesar de eso nunca ha sido benevolente con los amarillos y pocas veces los canarios han salido indemnes. Sólo con Paco Herrera se le mantuvo a raya. Este sábado vuelve a amenazar los intereses amarillos.
Este sábado Rubén Castro regresa a Gran Canaria para jugar ante uno de sus equipo fetiche, la UD Las Palmas. Aunque en la temporada pasada no consiguiera anotar, el historial goleador del bético no es nada despreciable ante la entidad de Pío XII. Además, viendo sus números esta temporada está claro que sigue siendo la referencia ofensiva de Pepe Mel. A estas alturas son ocho los goles que suma en su cuenta particular además de dos asistencias. Es un ídolo para su afición y una leyenda verdiblanca siendo el jugador que más goles ha logrado para el Real Betis Balompie.
Su primer gol a los isleños llegó en la campaña 2008/09 cuando vestía la camiseta del Huesca, club en el que curiosamente militan varios canteranos en la actualidad. En aquel partido de la primera vuelta marcó el gol de victoria en el minuto 58 y repetiría en el encuentro de la segunda vuelta pero con el resultado de empate. Ese año Rubén Castro alcanzó la cifra de 14 goles.
Al año siguiente, visitó el recinto de Siete Palmas con la elástica del Rayo Vallecano. Su gol llegó en el minuto 61 pero en esa ocasión fue insuficiente pues la UD se llevó los tres puntos gracias a los goles de Guayre y Lamas. En el verano del 2010 firmó por el histórico equipo andaluz en el que se convertiría en mito del beticismo.
Dos goles en los enfrentamientos ligueros de la temporada 2010/11, uno en el partido de ida y otro en el de vuelta, mantenían su instinto letal ante el equipo que le hizo futbolista. Aunque finalmente ascendieron, tuvo la oportunidad de volver a verse las caras con la UD Las Palmas en la Copa del Rey y por supuesto no faltó a su cita con el gol, esta vez por partida doble.
Llegados a este punto ya era habitual verle hacer sufrir a los aficionados del Gran Canaria pero en los dos últimos duelos no ha sido así. El primero se saldó con un empate a cero y en el segundo no participó en ninguno de los tres goles que el Betis endosó a la UD Las Palmas.
Con el mismo escenario pero diferente categoría, el de La Isleta no querrá pasar desapercibido y buscará el gol de manera insistente. La mala noticia para los grancanarios es la situación de su defensa, en cuadro tras las bajas acumuladas. La buena dinámica verdiblanca fuera de casa pone una prueba sumarísima a los de Setién. Ganar es obligatorio, y Rubén está al acecho.